Existe un debate en torno a la efectividad de las artes marciales tradicionales en situaciones de combate reales. En
la actualidad, con la popularidad de las Artes Marciales Mixtas, encontramos un
gran número de gimnasios que ya no basan su método de enseñanza en una sola
disciplina sino que combinan
y adaptan diversas técnicas. La mayor parte de los jóvenes de esta “nueva
generación” no tienen como base una disciplina,
ellos son estudiantes de las Artes Marciales Mixtas.
Lo cierto es que todos aquellos que
critican la efectividad de las disciplinas tradicionales no poseen un
conocimiento acabado de cada una de ellas. Atletas como Georges St-Pierre (campeón en la división welter)
Dennis Siver, Lyoto Machida
o Cung Lee han estudiado y competido en
disciplinas tradicionales antes de hacer su transición a las Artes Marciales
Mixtas.
Dennis Siver
es uno de los strikers mas peligrosos de su división (155lbs) que ha entrenado
en varias disciplinas siendo su base el taekwondo.
El alemán posee la patada con giro
más letal de todo el UFC, una técnica del taekwondo que aprendió y depuró en
sus años como competidor. La patada con giro ha demostrado ser una técnica
efectiva en la jaula siempre que sea utilizada con sorpresa. En el UFC 93,
Siver se adjudicó el bono por el nocaut de la noche, utilizando esa técnica
para finalizar a su oponente, Nate Mohr.
Lyoto Machida,
ex campeón de los pesos semi completos y reciente retador al título también
proviene de la familia del Karate. Su padre, Yoshizo Machida, es un maestro en
el arte que ha enseñado a todos sus hijos las bondades de esta disciplina.
Lyoto es un gran embajador del Shotokan Karate y
ha comprobado su efectividad dentro del octágono. El brasileño tiene el stance
o postura del típica de los competidores de karate, con sus piernas bien
separadas, perfilado hacia su oponente con la cabeza hacia atrás. Lyoto es un
gran tiempista (habilidad que desarrolló en la práctica del karate) capaz de esperar
el momento preciso para conectar una patada devastadora o un potente golpe de
puño. Peleadores de su clase revalorizan la práctica de las artes marciales
tradicionales.
El campeón de los pesos welter del
UFC, Georges St-Pierre es otro exitoso competidor que ha
incursionado en las artes marciales de la mano del Karate
de tipo Kyokushin. St-Pierre es un cinturón negro de
tercer grado que aún reverencia su arte marcial, entrando al octágono con el
tradicional kimono. Si bien el canadiense ha adoptado un estilo de pelea basado
en la lucha y el boxeo, aún conserva ciertos conceptos del Karate. Su postura
es más tradicional que la utilizada por Machida, aunque sus piernas están más
separadas que lo habitual. Al no estar tan perfilado, St-Pierre posee mayor
rotación de cintura y puede transferir su peso a la pierna delantera a la hora
de arrojar un golpe de puño.
Como podemos ver, las artes marciales
tradicionales aún siguen vigentes en el octágono. Es cierto también que algunas
técnicas deben ser adaptadas a la competencia en jaula y a su reglamentación.
La efectividad de una técnica depende de
muchos factores: momentos, circunstancias, rivales, etc. La disciplina es otro
aspecto en que trabajan las artes marciales tradicionales que tiene mucho valor
para un luchador de jaula. Las artes marciales tradicionales tienen mucho que
ofrecer y por eso es importante que revaloricemos su aporte.
