Con un dominio total por parte del Team Cormier, llegamos a la séptima pelea preliminar, la última en el peso ligero, con el costarricense Allan ‘El Tigre’ Zúñiga del Team Miocic, enfrentando a Richie Smullen del Team Cormier.
Ricky Steele regresa a la casa tras su pelea, originalmente sus compañeros se asustan al verlo con muletas, pero no tiene fracturas, aunque tiene algunos síntomas de conmoción cerebral, por lo que tendrá que cuidarse en los siguientes días y se evaluará su estado previo a la siguiente ronda.
Stipe Miocic está contento con el trabajo de Zúñiga, y afortunadamente el entrenador y peleador Gustavo López habla español, para que Miocic pueda comunicarse con el tico.
La estrategia de Zúñiga es buscar la pelea de pie, y tendrá que estar pendiente de los derribos ya que Smullen es un experto en llaves a la pierna.
Smullen entrena en SBG Irlanda, la casa de Conor McGregor, con el coach John Kavanagh. El peleador vive toda la semana en Dublín entrenando, y los fines de semana regresa a casa, a una hora de distancia, para estar con su novia y su hija durante un par de días.
Daniel Cormier convence a Ricky Steele de ir con un neurólogo para examinarlo. Su resonancia magnética sale limpia, pero en la evaluación cognitiva tuvo algunas dificultades, por lo cual el Doctor le dice que no se siente cómodo en darle el alta médica para la segunda ronda.
En la ceremonia de pesaje nada parece fuera de lo ordinario. Allan sube a la balanza en peso de campeonato, 155 libras, y Richie Smullen en 154.5 libras.
Los problemas llegan el día de la pelea.
Durante el calentamiento, ya con vendaje y guantes puestos, Smullen empezó a tener calambres en las pantorrillas, al punto de no poder caminar y tener que sentarse en los sillones del vestuario para estirarlo.
Tras 10 minutos, el Doctor de la Comisión Atlética de Nevada lo vuelve a revisar, ya había dado el alta médica una hora antes, y le informa al equipo que no puede pelear así.
El equipo no puede explicarlo, ya que Smullen no hizo una deshidratación para subir a la báscula y dar el peso. Envuelven a Smullen en cobijas calientes, y le dan 30-40 mins.
Dana White va al vestuario del Team Miocic y les avisa que si Smullen puede pelear, habrá pelea, si no puede, Zúñiga avanzará automáticamente.
Terminado el tiempo, Smullen no puede caminar, y es Dana White quien cancela la pelea.
“¡A mí no me gusta ganar así! ¡A mí me gusta ganar peleando!” decía Zúñiga entre lágrimas y enojo en el vestidor cuando se cancela la pelea. “El Tigre” lo que buscaba era un nocaut, y un bono, para ayudar a su situación económica.
“Déjame explicarte como funciona esta competencia” le dice White a Zúñiga, “tomo la menor cantidad de daño, para que puedas avanzar a la siguiente ronda…si peleabas ibas a tener daño…ahora avanzas sin tomar daño, tendrás tu KO en la siguiente ronda”.
White, al ver el rostro de “El Tigre” y escucharlo, decide que el “resultado” de la pelea, será nocaut, por lo que no solo avanza a la siguiente ronda, tendrá el bono económico de finalización.
Stipe Miocic está emocionado con lo que vio de Zúñiga, alabando su empuje por querer probarse y ganar en la jaula, no porque su oponente no podía pelear. Él lo que quería era competir.
Smullen está en lágrimas en el vestuario, con Daniel Cormier intentando calmarlo diciéndole que hay cosas que uno no puede controlar. Al salir del gimnasio hacía la ambulancia, Zúñiga se acerca a Smullen, deseándole que todo esté bien.
Para cerrar el capítulo, se anuncia la última pelea de la primera ronda, en el peso pluma será la primera selección de la temporada, Tyler Diamond del Team Cormier, y Dulani Perry del Team Miocic.
